Flora y Fauna

El paisaje de alrededor del refugio está totalmente descubierto de árboles ya que éstos no sobreviven con el riguroso clima de alta montaña. Los bosques los encontraremos durante la aproximación al refugio si venimos desde Queralbs por las gargantas del Freser o bien del refugio del Ras de Carançà, pero cuando superamos los 1.800 m. de altitud, la vegetación queda reducida a pastos.

Cuando marcha la nieve y antes no llega el calor del verano, los alrededores del refugio se visten con una alfombra de flores multicolores de gran belleza donde encontraremos gencianas, martagón, pastorelles, etc.

A principios de verano, la hierba es verde y abundante, pero conforme avanza la estación el sol la va quemando y cambiando de color hasta ser amarilla.

En el refugio de Coma de Vaca, podrá disfrutar observando muchas especies de animales. En mayo y junio, sin movernos del comedor, podrá ver pasar al otro lado de la ventana grupos de muflones. De vez en cuando verá como dos machos rivalizan por una hembra ofreciéndonos el espectáculo de los cabezazos que se dan con sus retorcidas cornamentas. Durante todo el año los rebecos están presentes por todo el territorio. Es increíble agilidad con que se mueven.

Si tiene suerte podrá ver pasar silenciosamente al zorro. Cuando escuche varios fuertes y agudos chillidos mire alrededor, y encontrará las graciosas marmotas.

Cuando hace días que llueve y el ambiente se vuelve húmedo podemos encontrar las tranquilas salamandras con sus espectaculares colores amarillo y negro.

Encontramos multitud de pájaros (águila real, halcón, cuervos, gavilanes, perdices blancas ...) pero los reyes de la zona son los buitres. Verá muchos grupos sobrevolando las montañas en busca de algún animal muerto. Cuando están en tierra podemos ver sus espectaculares medidas que a veces llegan cerca de los tres metros de envergadura.   En Coma de Vaca puede tener la suerte de contemplar el mítico quebrantahuesos. Lo distinguiréis por su barriga anaranjada y si tenéis  mucha suerte, lo veréis lanzar los huesos desde 50 o 100 metros para romperlos y comérselos.  

Y como no, seguro que encontrará algún pastor guardando sus rebaños de vacas, caballos u ovejas. Aprovecha para conversar con estos personajes de las valles.